jueves, abril 21, 2005

La simplicidad de esta nueva sintonia fina, que hace sonar a las cosas de una manera tan extraña, cambia los amaneceres, y enfria las noches.
Este monologo andante, pensante, altivo, que intenta con su caminar ahuyentar todas las caras que voltean para mirar, este monologo solitario, que suena en un mismo son, que suena a sin ton ni son.
Cual mezcla de huesos con carne, cual revoltijo, como algo amorfo, asi camina por la vida este monologo. Aterrado por la soledad de su sonido, por la claridad de sus palabras, por la frialdad de su determinacion, por la poca calidez de su tonada, por la voz entrequedraba, rasposa, ahogada.
Por esa sangre fria que recorre esta mezcla de huesos, esa sangre tan rosada, como su ser, pero ahora ya sin pasion, rosada no por primaveras, sino por inviernos crudos, que le arrancaron su color, que la emblanquecieron, que la arrojaron a la nada.
Esta mezcla amorfa, esta mezcla violenta, que se esparce en un camino que parece largo, pero ya sin brillo, mezcla cruda pero viva, mezcla sin sentido de nada, mezcla antaña, mezcla añeja, mezcla de ruinas y de cosas viejas.
Vaya dios si puede esto llamarse vida: una sintonia tan fina que suena a imperceptible, que suena a medias, que siente falta; un monologo sin dialogo, como un perro sin su gato, como dia sin su noche, como la vida, pero sin vida; y una mezcla amorfa, mezcla sin cuerpo, de huesos por un lado, carne y sangre por otro, una mezcla dividida... SERA: DIVIDIDOS POR LA FELICIDAD?

No hay comentarios.: